Birthright Armenia: Inspiración y satisfacción

Sin un plan claro o un cronograma establecido, solicité mi aplicación a Birthright Armenia en junio de 2023. Me lancé de cabeza y fui recibido por una experiencia transformadora e inspiradora que desafió todas las expectativas.

UN NUEVO LENTE

Si bien había estado en Armenia varias veces antes, nunca pude trascender completamente la experiencia turística durante mis visitas regulares. Aunque mis conexiones profesionales con organizaciones e instituciones en Armenia estaban comenzando a desarrollarse gradualmente, al principio fue difícil verme encajando en el panorama profesional y político del país. Aunque Glendale me parecía una pequeña Armenia (basta decir una Armenia carente de encanto e inspiración), era difícil imaginar estar físicamente presente en la madre patria y trabajar activamente por su desarrollo.

Sin embargo, descubrí que estas inquietudes iniciales eran total y completamente infundadas.

Armenia inmediatamente se sintió como en casa, y quizás lo más importante, sentí que estaba exactamente donde necesitaba estar.

UN NUEVO GRADO DE IMPORTANCIA Y SATISFACCIÓN

La transición al entorno laboral de Armenia no fue nada difícil. Mis nuevos compañeros de trabajo me recibieron con los brazos abiertos y rápidamente se hicieron buenos amigos míos.

El conjunto diverso de proyectos que asumí en diversos lugares de trabajo, ya fuera realizar investigaciones jurídicas en Concern Dialog Law Firm, escribir artículos de opinión e informes de investigación en la ONG Armenian Project, realización de trabajos de investigación para la Fundación Tatoyan o entrevistas a refugiados en el Centro para la Verdad y la Justicia, todos adquirieron un nuevo significado y me otorgaron un inmenso grado de satisfacción que nunca había sentido.

Trabajar en Armenia acá y ahora me hizo sentir realmente importante. Contribuir con mis habilidades y conocimientos a las diversas organizaciones increíbles en las que trabajé me hizo sentir un sentido tangible de propiedad sobre mi trabajo y los pequeños bloques de construcción que personalmente coloqué durante los últimos meses para formar las bases de una Armenia nueva, más fuerte y más segura. Armenia me ofreció un acceso profesional sin precedentes y me encontré trabajando directamente con figuras que admiraba personalmente y que antes solo observaba y seguía desde lejos. Con Birthright Armenia, pude trabajar junto a estos gigantes, ayudar a dar forma a sus iniciativas y brindar mis propias contribuciones únicas al fortalecimiento de Armenia.

LA IMPORTANCIA DE CONTRIBUIR

Es fácil sentirse desesperado.

En esta época, el rol de víctima indefensa es el más común, especialmente entre los armenios. Esto es comprensible, por supuesto, pero cada uno de nosotros, en nuestro propio lugar, tenemos que trabajar para aniquilar esta mentalidad dañina. La construcción del Estado debe ser nuestro objetivo compartido, y me dí cuenta que no hay mejor manera de lograr ese objetivo que venir al país, esposarse las mangas y ponerse a trabajar Al hundirnos en la miseria, solo invitamos a que le ocurran nuevas calamidades a nuestra nación.

Estaba en Armenia durante la pérdida de Artsaj, el momento más difícil en la historia de nuestra nación desde 1915. Experimenté la explosión del dolor, la ira y la indignación inimaginables del pueblo ante la tragedia que se estaba desarrollando ante nosotros mientras el mundo optaba simplemente por observar desde la barrera. Después de unos días de participar en las protestas que siguieron, me dí cuenta de que todo lo que quedaba por hacer era reconstruir. No había otra opción que continuar la difícil tarea de desarrollar la madre patria para evitar otro genocidio.

Es fácil sentirse impotente desde tan lejos, pero al estar acá y compadecernos, analizar y planificar con los locales, uno obtiene una imagen más clara de nuestros propios fracasos y de cómo podemos aprender de ellos. La única cosa que me ofreció un respiro en esos días infernales fue la sensación tangible que tuve de que realmente estaba marcando una diferencia.

Puede parecer un fenómeno menor, pero si cada armenio aceptara esa responsabilidad personal y tomara el futuro de su nación en sus propias manos, estaríamos al borde de un nuevo renacimiento nacional y de una oportunidad de prosperar.

El primer paso hacia ese futuro brillante es venir acá y arremangarse y ponerse a trabajar.