“La familia es lo que nos conecta con ser armenios”

Toc-toc, ¡es la puerta!

Hola, qué lindo conocerte. Mi nombre es Kevin. Soy un armenio de Argentina, y estoy muy feliz de estar en tu casa.“Vení, sentate, te voy a presentar a tus hermanos, tu hermana, tu padre, y te voy a contar un poco sobre mí, soy tu madre. Nosotros somos tu familia.” Eso es lo que me dijo Liana (mi madre anfitriona). Ella estaba muy feliz, como si un nuevo hijo hubiera nacido, o ese sentimiento de haber extrañado a una persona tanto y verlo devuelta.

Ese fue mi primer día en Gyumri. Ellos me esperaron a la noche, un frío día de primavera, y detrás de la puerta, toda la familia estaba pronta para recibirme. Con el café pronto, nos sentamos para hablar. Ese mismo día, me sentí como si nos conocieramos unos a otros de toda la vida.

Pero, no solo quiero hablar de mi experiencia. Me quiero conectar con una pregunta más objetiva: ¿qué significa la familia para los armenios?

O, ¿qué representa la familia en la sociedad armenia? Y podemos seguir preguntando.

La familia es el tronco del árbol, la columna del edificio. No, no es solo eso.

Para los armenios, la familia es el objetivo de la vida, es para los que ellos viven, a veces dejando de lado objetivos personales o profesionales. Pero, ¿por qué? Porque, vinimos al mundo para eso, para estar con la familia, tener hijos, y vivir para ellos.“Nuestro sentimiento de familia, de hermandad, de ayuda mutua, es lo que nos hace armenios.”Eso es lo que me contó ella (en el café el primer día). Yeah, eso fue cuán profundo hablamos el primer día. ¿Por qué nunca hablamos de ello? Ellos me preguntaron luego de decirme mi nombre, si yo estaba casado, si estaba comprometido o si tenía hijos.

¿Por qué esas preguntas?

Luego, seguimos hablando sobre la comunidad armenia en Argentina, qué hacemos, y qué tanta dificultad es para nosotros el venir a Armenia.

Rápidamente, me preocupé… ¿Nos conocíamos unos a otros antes? No. ¿Pensábamos de la misma manera? Posiblemente, en algunas preguntas sí, en otras no. Pero luego entendí. Entendí que hablamos la misma lengua, entendí que tenemos la misma historia, lloramos y reímos de la misma cosa, y soñamos con tener el mismo futuro. Y la alegría cuando tenga una familia (esté casado, tenga hijos), sería una alegría para ellos también.

Esa primera noche, no pude dormir bien. Porque mi corazón latía muy rápido. Como si vieras un familiar nuevamente luego de un largo tiempo. Como si volvieras a un lugar que ya conocías. Esa felicidad, combinada con el sentimiento de estar conectado con otras personas.

Si no vives para tu familia, con tu familia, ¿para qué vivís? La familia es el objetivo de la vida. Y ahora entendí que todo es mejor si estás conectado. Y esa conexión en Armenia no es solo en una casa, sino también en la calle. En los negocios. En cualquier lado.

Finalmente, llegué a la conclusión que todos los armenios son una gran familia. La familia es lo que nos conecta con ser armenios.