Descubriendo la importancia de la comunidad

Participar en el programa de Birthright era algo que quería hacer desde hacía tiempo. Luego que dos de mis amigos más cercanos participaron en el programa el año pasado y escuché todo sobre sus experiencias increíbles, eso consolidó mi compromiso de unirme. Todo lo que puedo decir es que no se equivocaron.

LA AUTÉNTICA EXPERIENCIA ARMENIA EN GYUMRI

Visité Armenia antes, pero siempre como turista, y siempre me quedé en Ereván. Entonces, cuando recién me uní al programa, era importante para mí experimentar la vida fuera de la capital. Pasé mi primer mes en Gyumri, como voluntaria en Agate, una ONG que trabaja para mujeres con discapacidad en Syunik, y LEGO, enseñando inglés a niños en edad preescolar. Mi tiempo en estas organizaciones fue sin duda diferente, pero ambas me permitieron adquirir una experiencia invaluable y va a ser una experiencia que nunca me voy a olvidar. Si estás pensando en unirte a Birthright, considerá Gyumri o Vanadzor. Ereván es una gran ciudad, pero lo que Gyumri, y estoy segura que Vanadzor, tienen para ofrecer es una auténtica experiencia armenia, desde las personas que conoces hasta la ciudad misma. No te vas a arrepentir.

UNA OPORTUNIDAD PARA HACER EL BIEN

Llegué a Ereván justo cuando se produjo el ataque de setiembre a Artsaj, y teniendo experiencia en derechos humanos, fue importante para mí contribuir de alguna manera a la injusticia que se estaba desarrollando ante nuestros ojos. Birthright entendió esto y me conectó con Path of Law, con quien ahora estoy trabajando para documentar cualquier violación de los derechos humanos con respcto a los ataques de este año.

Al ver lo que estaba pasando con la gente de Artsaj, cómo estaban siendo desplazados forzadamente de sus hogares ancestrales, sabía que tenía que dar un paso al frente. Se me presentó la increíble oportunidad de estar físicamente acá en Armenia, donde podría trabajar de primera mano para ayudar a estas comunidades, aunque sea de alguna pequeña manera. En mi tiempo libre, empecé a trabajar como voluntaria con un grupo de personas de la diáspora, incluidos otros voluntarios de Birthright, para recolectar donaciones y entregarlas a los pueblos alrededor de Ereván donde se ubicaron familias Artsakhtsi. Este no es el trabajo de una organización importante, sino simplemente de un grupo de armenios de todos los rincones del mundo que quieren ayudar a nuestros hermanos y hermanas de Artsaj. Conocer a estos otros voluntarios me inspiró absolutamente a seguir haciendo lo que pueda para ayudar porque el trabajo de uno puede impactar las vidas de muchos.

Estar en Armenia durante este tiempo de crisis cimentó algo en mí que creo todos sabemos: si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer? Armenia los necesita, y los necesita ahora. No importa en qué campo trabajes, hay algo para vos acá. Vení a Armenia, hacé voluntariado en Birthright, y ayudá a prosperar a tu país.